Los Mecanismos de Defensa
En esta oportunidad y para darle cierre a este tema de los mecanismos de defensa quería hablarle de los últimos combinando tanto los primarios como los secundarios y hablando de los más importantes.
De los primarios
encontramos:
Proyección,
Introyección, disociación y Escisión.
La proyección por su parte, tiende a ver en el exterior las cosas
internas, es decir, las personas ven en los otros las cosas que no le gustan de
ella pero en ella no puede verlo.
Un ejemplo de ello podemos verlo en una persona que es muy “egoísta” esta persona le dice a otros que son unos egoístas que no piensan en nadie, cuando en realidad es ella la que es egoísta, solo que no lo puede ver en sí misma.
Por otro lado, la introyección es lo contrario, la persona observa en si misma cosas del exterior. Es uno de los mecanismos de defensa que moldean la personalidad de las personas, de una forma dañina las personas pueden sentirse identificadas con su agresor adoptando de esta manera ideas y conductas del mismo.
Esto se observa en el síndrome de
Estocolmo.
Podemos ver un ejemplo en este
escenario: Una chica bondadosa vive con su novio que es Odioso con todos, en
este ejemplo, la chica cree y siente que es odiosa con todos.
De igual forma, puede llegar a
actuar como él, cuando se forma patológico el mecanismo.
La escisión por su parte tiene como característica principal ver el mundo blanco o negro, tiende a separar a las personas en categorías como buenas o malas, en el no existen términos medios.
Para este mecanismo de defensas
los individuos no pueden tener virtudes y defectos al mismo tiempo.
Un ejemplo de esto lo podemos ver
en los niños, ya que en ellos se ve mucho el blanco y el negro, y a medida que
vamos creciendo es que vamos observando los grises de la vida. Un niño puede
ver a una persona enojarse y creer automáticamente que es malo. Otro ejemplo lo
podemos observar en la xenofobia donde para separar el “ellos” de el “nosotros”
se dan características dañinas a los extranjeros, y solo virtudes a los
propios.
Ahora bien, la Disociación, en su forma sana, hace que las personas creen una representación de sí mismos, para poder sobrellevar las cosas que están viviendo en el momento.
Sin embargo en su forma dañina,
la cual es generada cuando el mecanismo de defensa se mantiene en el tiempo, creando
así un trastorno de identidad
disociativo.
Podemos observar un ejemplo de
esto, un tanto exagerada en la película llamada Split (fragmentado), donde el
protagonista por traumas de su infancia desarrolla múltiples personalidades,
algunas muy dañinas y algunas un poco más “saludables”.
Si bien es cierto que nuestra
mente puede llegar a separarse y tener distintas personalidades y realidades no
es frecuente ver 23 personalidades en una persona.
Algunos doctores afirman haber
visto a personas hasta con 10 personalidades.
En cuanto a los mecanismos de defensa secundarios nos encontramos con:
Desplazamiento, Compartimentalización, Sublimación, Anulación.
El Desplazamiento
se trata de re-direccionar las emociones a objetos o personas que no generaron
este sentimiento, por ejemplo, cuando una persona pelea con su pareja y luego
dirige su enojo a sus hijos.
En cuanto a la Compartimentalización,
se define como la manera en la que dos ideas completamente distintas y que se
contradicen entre sí pueden coexistir en la persona al mismo tiempo sin generar
conflictos.
Recuerdo un ejemplo, donde un Físico cuántico, comentaba
sobre su creencia en Dios y en la religión católica, aunque muchas personas
pueden creer en una o en la otra, en este caso pueden coexistir ambos
pensamientos sin generar ningún conflicto.
Por otra parte, tenemos la Sublimación la cual consiste en convertir sus deseos o impulsos
negativos en una actividad socialmente aceptada buscando de esta manera una
alternativa.
Por ejemplo, una persona a la que le gusta ver a personas
muertas, decide entrar en la policía para realizar estas actividades.
Por último, la Anulación
se trata de compensar de manera inconsciente actitudes negativas con algún
premio o un cambio de actitud para compensar el sentimiento de culpa.
Estas actitudes las podemos observar en un padre que maltrata
a su hijo sin ningún motivo aparente, y luego lo lleva al parque, le regala
algún juguete o le da lo que el niño quiere.
Recordemos que todas estas actitudes se realizan de forma inconsciente,
por lo general ni nos enteramos que podemos estar actuando bajo estos
mecanismos de defensa hasta revisarlo en consulta.
Espero les hayan sido de alguna utilidad estos artículos
sobre los mecanismos de defensa.
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