Mitos sobre los psicólogos y la psicoterapia

 

Por mucho tiempo hemos tenido mitos y pensamientos errados al pensar sobre el significado de la psicoterapia o sobre el psicólogo. Aún hoy en día muchas personas siguen asociando el ir a terapia con enfermedades mentales.  

La psicoterapia ayuda a la persona a conocerse desde su propia perspectiva, aquí no tiene nada que ver la experiencia personal o vida del psicoterapeuta o psicólogo tratante.

Aquí hablaremos un poco de esos mitos que nos encontramos comúnmente espero sea de su beneficio y puedan aprender con ellos

Pensar que el psicólogo debe tener una vida perfecta para poder ayudar "si no tiene esposo o hijos que va a poder ayudarme" 

Ser psicólogo no se gana en una cajita de regalo, se trata de un trabajo previo en dónde aprendes que la vida del paciente no es tu vida. Que no vas aconsejar como las amigas y que solo harás que la persona se haga consiente de su realidad y sus decisiones con conciencia y determinación.

Por lo tanto no importa si el psicólogo tiene o no una vida perfecta, aunque la vivamos nada tiene que ver con la realidad del paciente.

Asociar la terapia psicológica con prácticas místicas "voy a qué me hagan la carta astral" 

En parte es lo que hablamos en el punto anterior, la psicoterapia no tiene NADA que ver con prácticas místicas o sobrenaturales, estás son corrientes conocidas como (parapsicología) que tratan de involucrarse con la psicología para que la persona no sienta que va a un "brujo" pero en esencia es lo mismo.

El psicólogo no puede ver tu futuro, ni decirte que va a pasar. Tú tienes la única llave para determinarte y formar el presente y futuro que deseas.

Pensar que ir al psicólogo es ir ante un juez que diga quién tiene la razón "Seguro el psicóloga va hablar con mi pareja y me dará la razón" 

Este punto está bastante rallado con los programas de opiniones que pasan en la televisión, la verdadera práctica psicoterapeuta no es un juez que juzgue o regañe; o que se va a poner del lado de alguno,  es más hacerte consiente de lo que haces y las consecuencias que marcas en las personas que están a tu alrededor. 

Y es que esa es la base de la psicoterapia, entrar en la realidad del paciente para entenderla y ser espejo de sus acciones, para que pueda ver dónde debe cambiar para mejorar su realidad.

Pensar que el psicólogo o psicoterapeuta tiene las respuesta a mis problemas "voy a terapia para que él psicólogo me diga que hacer"

Nada más lejos de esta realidad, en psicoterapia no vas a encontrar una fórmula mágica para saber qué hacer en ese problema que tienes o en las situaciones de tu vida, en terapia vamos a conocernos, aprender de nosotros mismos y a encontrar herramientas para poder hacerle frente a cualquier evento en nuestra vida.

Nunca encontraras a un psicólogo que te de consejos que te vaya diciendo que hacer en cada cosa y si llegas a ir a uno que lo haga, ¡¡huye!! Los consejos se lo dejamos a nuestros amigos.

Pensar que el psicólogo sabe el tiempo exacto que tardará el tratamiento "¿doctor cuántas sesiones necesitamos?”

Esto es muy común en las personas que van a terapia, quieren ir a una sesión y salir con todo sus problemas resueltos, déjame decirte que esto no es posible, porque todo en la vida lleva un proceso, armar una mesa lleva un proceso, construir una cosa lleva un proceso, ¿Qué te hace pensar que aprender a trabajar en nuestros enemigos internos no llevara un proceso?

Además que no todas las personas funcionan de la misma manera, algunos lo harán más rápido y algunos lo harán más lento, por eso no hay un tiempo estipulado, si decides ir a terapia ve sabiendo que es un proceso y que necesita de tu parte para ver los cambios.

Pensar que el psicólogo no tiene sentimientos, problemas en casa, sombras, ni mal genio, etc. “Lo vi que se enojó y eso que es psicólogo”.

La verdad es que también somos seres humanos igual que todos ustedes, no importa cuánto hayamos estudiado seguimos teniendo emociones, problemas, carácter y pare de contar. Nos podemos equivocar como ustedes y eso está bien, podemos llorar como ustedes.